Publicado en la revista Ganando Espacios, primera quincena, enero de 2010.
“La razón por la cual la alimentación industrial es barata no es porque sea eficaz, ni desde el punto de vista de los recursos naturales ni de la energía. Es <barata> porque externaliza todos los costes –las guerras, las enfermedades, la destrucción medioambiental, la decadencia cultural, la desintegración social- y se financia con subvenciones – 400,000 millones de dólares en subvenciones en países ricos que llevaron al fracaso la reunión del gabinete de la Organización Mundial del Comercio en Cancún-; se financia con subvenciones al transporte, subvenciones medioambientales y la más importante de todas las subvenciones, el pago con vidas humanas”.
– Vandana Shiva –
El 7 de enero me incorporé a mi jornada laboral después de unos días de descanso. Eran las 08:30 horas cuando llegué a las oficinas de SEIEM y me sorprendió ver que el estacionamiento donde usualmente dejaba mi automóvil estaba cerrado. Después de varios minutos para encontrar un lugar libre pregunté a los guardias si sabían por qué razón estaba cerrado, la respuesta me dejó perpleja: “El terreno ya lo vendieron y van a abrir un Walt-Mart”.
En los últimos años en la ciudad de Toluca hemos podido observar cómo ha proliferado esta empresa transnacional. Pocas son las personas que aún compran alimentos en los mercados y en las tiendas especializadas. Son más las familias que prefieren pasar la tarde del domingo surtiendo sus hogares de bienes básicos en esta tienda en donde “lo puedes encontrar todo”.
La facilidad de poder comprar desde una televisión hasta una manzana en la misma tienda nos ha convertido en individuos que no reflexionamos ni nos cuestionamos por qué existen empresas como esta y cómo es que pueden tener tantas ganancias. Muchos de los comentarios que escuche en el transcurso del día acerca de la construcción de una sucursal de esta empresa al otro lado de la calle giraron en el tenor de que era ventajoso pues nos permitiría comprar muchos bienes sin tener que trasladarnos dos o tres calles.
A continuación mencionaré sólo algunas de las cuestiones por las cuales estoy en contra de la construcción de otra sucursal de esta transnacional.
Wal-Mart ocupa ya el primer lugar en la comercialización de alimentos. Pero ¿cómo lo ha logrado? Sencillo, ha extendido su dominio haciendo valer el capítulo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que considera la Inversión Extranjera Directa (IED) estadounidense como beneficiaria de “trato nacional”. Es, adicionalmente, la mayor cadena de ventas directas al consumidor en América del Norte, pues tan sólo en México se ha apropiado del 54% del mercado con 687 tiendas de todo su holding (entre los supermercados están Wal-Mart, Sam´s Club, Bodegas Aurrerá, Superama, Suburbia, además de los restaurantes Vip`s, El Portón y Ragazzi).
Esta empresa ha tenido una influencia devastadora sobre las economías locales de las comunidades en las que se ha establecido. Según Wal-Mart Watch (organización de ciudadanos afectados por la transnacional) por cada dos empleos que genera en una comunidad se pierden tres. El monopolio que la empresa tiene en el sector alimenticio le permite aplicar políticas comerciales absolutamente arbitrarias: los primeros afectados por este sistema son los pequeños y medianos agricultores y ganaderos, que no tienen ningún mecanismo de defensa contra su poder. Los contratos y los precios a que les obliga Wal-Mart significan vender por debajo de los costes de producción.
Dato alarmante es que de cada dólar que la empresa gasta en la adquisición de un producto sólo dos centavos llegan al productor, ya que los 98 restantes representan los gastos de publicidad, transporte, embalaje y sobre todo los beneficios de la gran corporación.
Una vez mencionado lo anterior quiero invitar a mis lectores a realizar una reflexión acerca de sus hábitos de consumo y de las consecuencias que éstos tienen en nuestro entorno. Un consumidor responsable se preocupa por la procedencia del producto que está adquiriendo, por su calidad y por el impacto que su elaboración ha tenido sobre el medio ambiente, entre otras cuestiones fundamentales.